sábado, 20 de abril de 2013

La fotografía que no hice. (Más de dos)

Yo pienso que hay personas que simplemente son muy fotografiábles, y no me refiero a las personas muy guapas, ni tampoco a las muy feas. Me refiero a una de esas personas que en un instante la miras, te mira y en tu cabeza suena "click", pero el único obturador que se cierra es el de tus parpados, una pena lo de no tener una cámara incrustada en los ojos.

Pues bien, hace unos días quedé con un amigo para tomar una cerveza y en una de esas fotografías invisibles se lo tuve que decir, "tío, eres tan fotografiáble... esta noche llevo por lo menos dos carretes gastados en ti". A él le hizo gracia y yo  me quedé sin mis fotos, pero la próxima vez pienso ir armada con la cámara más pequeña que encuentre por casa, a ver si consigo quitarme el miedo, y la vergüenza.

Como lágrimas en la lluvia...



Blade Runner es una de las películas con más éxito de Ridley Scott. Ésta película está basada en un futuro no muy lejano, un tanto cyberpunk, en la que el hombre ha creado un robot llamado Nexus 6, también conocidos como "replicantes", se trata de un ser muy semejante al ser humano, aunque superior en fuerza y agilidad. La función de los replicantes es trabajar fuera de la tierra hasta que su sistema deja de funcionar. Para controlar que los replicantes no desobedecieran su cometido estaba una brigada especializada de la policía, los Blade Runners, con la orden de acabar con todo robot que permanezca en la tierra.

Otra cosa que diferencia a los replicantes de los humanos, es que los primeros no tienen pasado, es decir, carecen de identidad humana, para solucionar ésto, tras su creación, se les entrega un paquete de fotografías, imágenes que documenten el pasado y les hagan ser más humanos. Y es que las fotografías son capaces de captar ciertos momentos de nuestra vida, sin las deformaciones de la mente ni el desgaste del tiempo. Lo que queda recogido en una fotografía de familia no puede ser mentira, simplemente lo aceptamos como parte de nuestro pasado, y pasa a formar parte de nosotros mismos.